Estar allí. La antropología y la escena de la escritura.
Geertz caracteriza a la etnográfica como escritura y el periodismo también lo es. Si tenemos que reflexionar entre el trabajo de un periodista y el etnógrafo, podemos encontrar numerosas coincidencias como diferencias.
Comencemos con un paralelismo: Ambos hacen preguntas, toman notas, encienden grabadores, toman fotos, buscan información etcétera. El periodista investiga a igual que el etnógrafo, es decir, ambos comienzan sus investigaciones, primero yendo al sitio, segundo obteniendo toda información del lugar y la gente, y tercero ponen dicha información a disposición de la comunidad.
El etnógrafo a igual que el periodista se manifiesta en el texto a través de la firma, que forma parte de la identidad textual y al mismo tiempo ambos también desarrollan un modo concreto de formular las cosas, tiene un vocabulario específico, una retórica, un patrón argumental, etc.
Los etnógrafos necesitan convencernos no sólo de que verdaderamente han estado allí, sino de haber estado nosotros también allí, visto lo que ellos vieron, sentido lo que ellos sintieron, concluido los que ellos concluyeron, a igual que los periodistas.
Pero también existen varias diferencias entre ellos dos. El autor dice que los textos antropológicos no merecen una considerada atención. “Los buenos textos antropológicos deben ser planos y faltos de toda pretensión”. Aquí se diferencia bastante del periodista, que al contrario, debe realizar una investigación que sea noticiable, novedosa y fehaciente.
“La etnografía se convierte en un mero juego de palabras como puedan serlo la poesía o la novela”. “La escritura antropológica como tal escritura, resulta difícil de creer”. Esto esta en total desacuerdo con el periodista, porque toda información que él brinde tiene que ser verdadera y factible
En la antropología, a igual que en el periodismo hay un encuentro con el Otro, en el primero es distante, en cambio en el segundo no creo que sea así, sino que, por ejemplo en una entrevista, hay un acercamiento cara a cara, un diálogo que requiere una aproximación, una conversación, un cambio de opiniones que acerca a una persona con otra u otras.
Pero a pesar de lo anterior, hay un punto que creo muy importante, y que tiene ver, con una relación entre el trabajo del periodista y el etnógrafo, ambos sirven para dar a conocer las voces de los actores de la sociedad y gracias a esto, acceder al espacio público, como instrumentos de legitimación.
Geertz caracteriza a la etnográfica como escritura y el periodismo también lo es. Si tenemos que reflexionar entre el trabajo de un periodista y el etnógrafo, podemos encontrar numerosas coincidencias como diferencias.
Comencemos con un paralelismo: Ambos hacen preguntas, toman notas, encienden grabadores, toman fotos, buscan información etcétera. El periodista investiga a igual que el etnógrafo, es decir, ambos comienzan sus investigaciones, primero yendo al sitio, segundo obteniendo toda información del lugar y la gente, y tercero ponen dicha información a disposición de la comunidad.
El etnógrafo a igual que el periodista se manifiesta en el texto a través de la firma, que forma parte de la identidad textual y al mismo tiempo ambos también desarrollan un modo concreto de formular las cosas, tiene un vocabulario específico, una retórica, un patrón argumental, etc.
Los etnógrafos necesitan convencernos no sólo de que verdaderamente han estado allí, sino de haber estado nosotros también allí, visto lo que ellos vieron, sentido lo que ellos sintieron, concluido los que ellos concluyeron, a igual que los periodistas.
Pero también existen varias diferencias entre ellos dos. El autor dice que los textos antropológicos no merecen una considerada atención. “Los buenos textos antropológicos deben ser planos y faltos de toda pretensión”. Aquí se diferencia bastante del periodista, que al contrario, debe realizar una investigación que sea noticiable, novedosa y fehaciente.
“La etnografía se convierte en un mero juego de palabras como puedan serlo la poesía o la novela”. “La escritura antropológica como tal escritura, resulta difícil de creer”. Esto esta en total desacuerdo con el periodista, porque toda información que él brinde tiene que ser verdadera y factible
En la antropología, a igual que en el periodismo hay un encuentro con el Otro, en el primero es distante, en cambio en el segundo no creo que sea así, sino que, por ejemplo en una entrevista, hay un acercamiento cara a cara, un diálogo que requiere una aproximación, una conversación, un cambio de opiniones que acerca a una persona con otra u otras.
Pero a pesar de lo anterior, hay un punto que creo muy importante, y que tiene ver, con una relación entre el trabajo del periodista y el etnógrafo, ambos sirven para dar a conocer las voces de los actores de la sociedad y gracias a esto, acceder al espacio público, como instrumentos de legitimación.
EMILCE
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