jueves, 17 de abril de 2008

REFLEXIONES SOBRE EL GÉNERO ENTREVISTA


Reflexiones acerca de las entrevistas:

Como estudiante de comunicación social creo que es importante la entrevista, tanto como para obtener información, como para escuchar aquel portavoz que será el especializado en contestar mis preguntas sobre el tema en cuestión.
Es imprescindible cuando me refiero a este género, hacer referencia a los tres momentos que lo caracterizan: la pre-producción o preparación, el momento del encuentro entrevistador- entrevistado y post-producción o edición.

Para referirnos a la pre-producción, tiene gran importancia reseñarnos al texto “Idea Y Vida del Reportaje” de Eduardo Ulibarri, él aconseja ciertas actitudes o comportamientos que uno debe tener en cuenta cuando realiza una entrevista. Algunos de éstos son: preparar una serie de preguntas bien redactadas, “trate de seguir el guión de preguntas que ha preparado, pero esté listo para modificarlo”, “escuche con atención”, “trate de mantener el control de la entrevista”, etc.

En el momento del encuentro para realizar la entrevista, comienza a nacer el diálogo directo “cara a cara”, la palabra auténtica, donde la relación entre lo público y lo privado se hace presente, a igual que la divulgación, sobre ésto hace referencia el texto de Arfuch, “La entrevista, una invención dialógica”, que es útil en cuanto a la información que brinda sobre el género. El autor caracteriza a la entrevista como un diálogo. Esta situación comunicativa esta regida por:
Un intercambio dialógico entre los participantes.
Vecindad en la comunicación cotidiana.
Usos del lenguaje.
Juego intersubjetivo de la verdad.
Intervención de la afectividad.
Historias espontáneas cara a cara.
Apunta a la cercanía de la persona.

El lenguaje que se da en la entrevista por medio del diálogo, Arfuch lo caracteriza como “un lazo de proximidad” en la conversación entre el entrevistador – entrevistado a partir del derecho de la interrogación. Además, la entrevista pertenece al género discursivo secundario, que incluye acciones tanto del entrevistado como del entrevistador, estas son: de rechazo, humor, reflexión, desviación en la respuesta, agresión, interrupción, desautorización, desacuerdo, inversión de roles, entre otras.
Es fundamental leer el texto de Arfuch para comprender la esencia de la entrevista, es decir, no trata solamente de voces que efectúan preguntas y respuestas, sino va mas allá de esta acción, es un intercambio de opiniones, son diálogos con “cargas emocionales, la gestualidad, la entonación, lo que realmente hace el sentido de lo que se dice” (Arfuch, 1995, pág. 55).

Y la post- producción trata de editar los diálogos transformándolos en una narrativa coherente y redactada adecuadamente, con el cuidado de no perder la esencia de la misma.

Al mismo tiempo de entrarse uno mismo en la parte teórica de una entrevista, fue provechoso para el grupo, leer en clase algunos ejemplos de ésta. Un modelo de la entrevista fue el de Maria Esther Gilio, por Maria Moreno. Lo que ocurrió cuando se leyó en grupo, fue que despertó una opinión popular, en el sentido que era bastante larga y el sentimiento general fue que, o uno esta acostumbrado a entrevistas cortas o la entrevistadora no esta fijada a los límites de ésta. El proceso de recolección de datos aquí es de manera directa, a través de preguntas que propone la entrevistadora, en forma individual. Pero antes de realizarla seguramente Maria Moreno, debió averiguar tal vez datos de Gilio; quién es, qué hace, así mismo, preparar las preguntas que le realizará, fijar un tiempo y lugar y con debida anticipación. Al mismo tiempo se caracterizó por contener una amplia información, mediante diálogos, citas, imágenes, donde el contenido no solo refiere a su experiencia como entrevistadora, sino su vida íntima y personal. La entrevistada Maria Esther Gilio en su forma de edición, cuenta que ella no desgrava su cassete, sino que copia mientras escucha. Del mismo modo se puede observar una relatividad de los medios para alcanzar las respuestas. Se puede prestar atención en que la entrevistadora realizó una articulación de temas, que a veces confunde mientras se lee.

Con respecto a mi experiencia como entrevistadora puedo comentar que la relación al principio, es decir en el momento que concertamos la cita, parece ser algo distanciada entre mi persona, la entrevistadora- y el entrevistado, pero lo que sucede cuando llega el día del encuentro y estamos cara a cara, esa frialdad desaparece y comienza a nacer una conversación fluida, cómoda e interesante. Fue una práctica motivadora, en un lugar acogedor, las preguntas eran respondidas por él de una manera que demostraba ser especialista y conocedor del tema. En verdad asimile el papel de periodista, obtuve la información que me interesaba y la persona también se sintió a gusto con el diálogo, la entrevista.

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