“La crónica es un género bien sudaca”
La crónica es un relato periodístico que posee una mezcla de mirada subjetiva con una historia para contar y que a la vez tiene un mix de varios géneros periodísticos como la entrevista, reportaje, o la investigación. En nuestro país existieron, y existen, varios y fuertes referentes de este género, como Rodolfo Walsh, pionero de la no-ficción o Martín Caparrós con su gran libro la “Argentina Crónica”.
Existen escenarios que permitieron escribir algunas crónicas,
un libro pudo recopilar las mejores.
En éste, las historias leídas muestran sucesos informativos de nuestro país en un momento y lugar determinado y que por ésta razón tienen una cronología que puede ser alterada muchas veces por el cronista. Aquí, se hacen presentes testimonios que hacen enriquecer la información brindada. El periodista, es testigo de lo que sucede, no va a contar los hechos desde un lugar distanciado, sino que capta todo, lo que ve, lo que oye, siente y lo plasma en la hoja o el teclado. Del mismo modo, la crónica suele crear una atmósfera que hace al receptor una leída sencilla y directa. También hay un énfasis en las descripciones de personas, lugares, o del propio hecho, que hace a la noticia más ampliada y comentada.
Después de leer: “Operación Ja Ja”, una historia de risas forzadas en un estudio de televisión, “Un día en la vida de Pepita la pistolera”, crónica de una mujer sospechosa y acusada como líder de una banda que terminó con la vida del reportero gráfico José Luís Cabezas, en el verano de 1997 y “El caso Poblete. La fuerza del cariño” un caso revelador sobre la apropiación ilegal de un bebe, hecho clave sobre lo que fue la dictadura militar del 76´ y junto a este hecho “los desaparecidos”, seguí con las siguientes tres crónicas:
-“Skinheads Antifascistas: el lado rojo de la fuerza”. Esta historia tiene como protagonistas a un grupo de “Skinheads antifascistas” que narran su ideología y vida en los diálogos que van teniendo entre ellos y con el cronista. En los mismos surgen debates acerca de la violencia, el amor y la paz en la cuidad. Es una narración secuencial, en tiempo presente, caracterizando el lugar por el que van caminando con un efecto de inmediatez. También hay una alteración del orden de la historia cuando el escritor realiza una glosa para referirse al origen de este grupo o ideología. Es una crónica que siempre vuelve hacia atrás, hacia la historia de cada protagonista y los fuertes ideales que marcan sus vidas.
-“Las hermanas satánicas”, Silvia Vásquez asesinó a su padre supuestamente para quitarle el demonio, su hermana sobreviviente del escalofriante suceso trata de narrar lo que sucedió desde aquel día. La narración comienza con un diálogo entre Gabriela y el entrevistador, luego él describe su físico, hace referencia al día del asesinato, al pasado, presente y la vida de cada uno de ellos implicados en el parricidio.
-“En campaña de Duhalde y Ortega”, una crónica narrada desde el Tren de la Esperanza, donde candidatos a presidente y vicepresidente recorren los pueblos humildes de algunas provincias del país, para convencerlos de que los voten. La historia es secuencial, aunque no hace hincapié a cada día de campaña que era un total de cinco. El escritor narra desde lo que sucedió arriba del tren (el joven que escribe los discursos de los candidatos) y lo exterior a él, descripción de los pueblos, los habitantes y las casas. Es una indiscutible pantomima o alguna otra mentira de los políticos.
Siguiendo la lectura de “La Argentina Crónica”, “A caballo de de la fe”, es una historia que cuenta sobre la peregrinación de jinetes al santuario de la Difunta Correa. Desde un principio devela todo el momento previo al llegar al lugar donde se dirigen paisanos, también gauchos auténticos y tradicionalistas, “los primeros peones de campo, portan ropas deslucidas, matungos famélicos y monturas de piel, mientras los segundos llevan disfraces costosos, con monturas andaluzas, kilos de plata en las riendas, en los cabezales, en los cinturones y en las espuelas interminables tallados en oro y plata, (aquí vemos una descripción exhaustiva). Para mi, lo que quiere a dar a entender el cronista es que esta ostentación por parte de algunos no concuerda con la creencia, con “la Argentina profunda y las reivindicaciones del pueblo sanjuanino”, ni con la devoción de los fieles, “la Difunta Correa es el ánima milagrera preferida por los pobres” y creo que es un hecho que contrasta con la crónica: “En campaña con Duhalde y Ortega que se muestra como una “pantomima de políticos”.
- En “La Política de los boxes”, historia con una estructura divida, el escritor muestra la arena política donde los lugares de cruce, de reuniones son “demasiado” informales, hay un traslado de la escena política, es decir, en vez de tratar, por ahí, en una oficina, “cuartos de hotel, baños turcos, links de golf. Restaurantes y cabinas de avión forman la larga e irregular línea de montaje de acuerdos políticos”. Ahora son estos los escenarios disímiles, de ocio y placer donde se toman las decisiones que establecerán ¿la perdición de nuestro país?
- En “No tan Buenos Aires”, el cronista cuenta la enorme y profunda contaminación en la zona de Dock Sud por un polo petroquímico que trae como consecuencia enfermedades a niños que viven en sus alrededores, aunque es increíble que haya una proporción del pueblo que esta en desacuerdo a que exista contaminación en aquel lugar. Los verdaderos responsables no se hacen cargo del gravísimo problema, la burocracia se burla de ellos y los denigra a esta población que indudablemente en la menos beneficiada. La estructura de esta historia esta divida en títulos que funcionan como anclaje.
Las últimas historias relatan casos fuertes, especialmente “Y parirás con dolor”. Las otras leídas son: “Los dueños del fin del mundo”, “Operativo repulgue”, “El turismo menos pensado” y “Mi amigo el puma”.
En “Y parirás con dolor”, desde el primer párrafo la historia te atrapa. Los contenidos, la verdad que cuenta, son escalofriantes. Romina Tejerina, una jujeña, adolescente que víctima de un embarazo causado por una violación, decidió asesinar a su beba. Ya con este episodio se siente un rechazo al mismo, pero además se narran otros casos de la misma dimensión, que hace que uno piense tantas cosas. Esta crónica en verdad cumple la función que la caracteriza, uno entra a ese mundo, no sólo lee esa historia, sino que sinceramente, se compenetra tanto que parece que esta ahí, en ese momento, en ese lugar. Y realmente eso sentí cuando leía esta crónica. “Los dueños del fin”, es también una historia interesante, pero no como la anterior. Y parirás con dolor, es fuerte, llega de otra manera, y la anterior es más informativa, porque da a conocer cómo los gringos no solo manejan grandes empresas internacionales, sino que además, poseen gran parte de las tierras de sur de nuestro país.
Las sensaciones que aprecié cuando leía cada historia, me hicieron acordar a la experiencia de Caparrós: “Y ahora leo las historias de Alarcón, Bilbao, Brienza, Cicco, Gorodischer, Guerriero, Licitra, Plotkin, Reymundez, Riera, Sanchez, Schmind, Seselovsky y Savak: leo travas y jinetes, la Difunta y la asesina de su padre, el político pelado y el skin casi político, esa señora pistolera, menores y mayores en la cárcel, formas de la memoria, una campeona de empanadas, reidores, bastante extranjeros, una docena larga de miradas. Lo, releo, disfruto, me cabreo, me sorprendo, me alegro y pienso, una vez mas que el próximo paso- que viene a ser el suyo.”, el mío.
Pero también lo importante en este libro, son los conceptos que los mismos autores hacen de crónica. Por ejemplo, Daniel Riera, dice: “Para mí una crónica periodística es un ejercicio de libertad narrativa en función de aquello que reclama la historia que quiero contar. Y es, también, la negación del paradigma estúpido de la objetividad periodística”. Y Esteban Schmidt expresa que es “Ir, mirar, volver y contar. Ir con algo de ganas, mirar sin prejuicio, volver cuando uno se siente que ya es suficiente y luego contar esa historia como si fuera a ser la única versión del mundo antes del final de todo”.
Otro texto leído fue el de Ana Maria Amar Sánchez. En “No ficción” o Nuevo Periodismo se puede prestar atención, que caracteriza al antecedente directo de la narrativa de no- ficción, a la crónica. En este libro aparecen grandes autores como Rodolfo Walsh, Truman Capote, Norman Mailer y Tom Wolfe, ellos son citados por la autora por sus aportes sobre el género. Ella hace una referencia permanente a la relación que se crea entre lo real y la ficción. Lo concibe como “un sistema en difícil equilibrio entre lo periodístico y lo literario”. Es decir su teoría se basa en la relación de tensión entre lo real y lo literario y a medida que avanza dice: “Lo especifico del género esta en el modo en que el relato de no-ficción resuelve la tensión entre lo ficcional y lo real. El encuentro de ambos términos no da como resultado una mezcla (aunque sea posible rastrear el origen testimonial o literario de muchos elementos), sino que surge una construcción nueva cuya particularidad está en la constitución de un espacio intersticial donde se fusionan y destruyen al mismo tiempo los limites entre distintos géneros”. En cuanto a lo real, se esta refiriendo a los hechos verdaderos, a lo que ocurrió, y en cuanto a la ficción, se refiere a la construcción de acontecimientos, nombrando a los personajes y aquellos sentimientos que emana de la subjetividad del escritor.
Eduardo Ulibarri, en “Idea y vida del reportaje” en los capítulos seis y siete, hace hincapié en las características de estructura. Una vez leídos, es primordial relacionar este concepto en las crónicas argentinas. Para Ulibarri la estructura es un esquema organizativo de alguna redacción, es forma, estilo, textura. El estilo, tiene relación con el manejo del lenguaje, se vincula con el tono y el ritmo del reportaje. La estructura tiene cuatro componentes: la entrada, el cuerpo, transiciones y el cierre. Entrada es un anzuelo, puerta de acceso que tiene que atraer al lector, es el contacto del lector con el texto. El cuerpo: plano fuerte de la cena periodística, sin éste no hay reportaje. Las transiciones son los nexos, puentes que dan unidad conceptual y cierre que es el broche final, punto de amarre, tiro de gracias. La entrada tiene cinco objetivos: “atraer la Atención del lector hacia el lector, suscitar Interés por su contenido, avivar el Deseo de información, suscitar a la Acción, a continuar leyendo, y por ultimo aportar alguna Sugerencia sobre el contenido del trabajo”. (AIDAS). En el texto aparecen tipos de estructuras, coloquial, la de bloques, caracterizada por identificar las partes que componen una situación, desarrollar cada una de ellas haciendo uso de los elementos de contenido que hemos logrado recopilar, felicitando la unión o relación mediante el uso de las transiciones. Otro tipo de estructura es la que se muestra como dialéctica o de contrapunto, otro; la estructura por escenas o casos: superposición de escenas o en el desarrollo de casos independientes, aunque vinculados como criterio organizativo. Ulibarri plantea unas características acerca del periodista y concluye diciendo que el periodista es también un escritor, ya que su tarea de búsqueda no pasará de la anécdota si no es capaz de traducirla y ordenarla de manera tal que sea atractiva para leer.
Concluyendo…
…El cronista es un gran partícipe en el momento de contar la historia, es a la vez, periodista, investigador, escritor, y etnógrafo. Estas cualidades le pertenece ya que tanto el periodista como el etnógrafo, por ejemplo, hacen preguntas, toman notas, encienden grabadores, toman fotos, buscan información, etcétera. Ambos comienzan sus investigaciones, primero yendo al sitio, segundo obteniendo toda información del lugar y la gente, y tercero ponen dicha información a disposición de la comunidad.
El cronista puede jugar con la cronología narrativa, con la temporalidad, en la alteración del orden o hechos secuenciales, en las crónicas argentinas las encontramos con facilidad, en su forma de narrar, o una sucesión de hechos.
En términos generales, la crónica o relato de no- ficción posee características del género periodístico que tiene elementos particulares con lagunas gotas de literatura, historia, poesía, política, que causan en el receptor una lectura sencilla, entretenida, que permite el conocimiento y la distracción al mismo tiempo, Carolina Reymúndez dice: “En una crónica se debería poder disfrutar de la lectura, no sólo por la necesidad de la información sino por el gusto de asomarse a ese mundo”.
Por último me pareció de mucha utilidad lo que plantea Martín Caparrós en el prólogo de su libro, varias veces nombrado, cuando dice: “El cronista mira, piensa, conecta para encontrar- en lo común- lo que merece ser contado. Y trata de descubrir a su vez en ese hecho lo común: lo que puede sintetizar el mundo. La pequeña historia que puede contar tantas. La gota que es el prisma de otras tantas. La magia de una buena crónica consiste en conseguir que un lector se interese en una cuestión que, en principio, no le interesa en lo mas mínimo.”
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